Para que te queden en condiciones óptimas las hojas a la hora de hacerte tu propio extracto de Stevia, sigue estos sencillos pasos y verás que fácil es:
1.- Recolectar o recoger las hojas de Stevia
Cuando veas que ya existe una buena cantidad de hojas suficiente para cortar, cortar las ramas y separar las hojas.
2.- Limpiar las hojas de Stevia
En un recipiente grande, un cubo barreño o una pila, limpiar bien las hojas y secarlas muy bien en un escurridor. A continuación, ponerlas sobre una superficie que se puedan extender y secar bien.
3.- Secarlas las hojas de Stevia
Es muy importante quitar muy bien la humedad. Para ello nos valdremos de papel secante o papel de cocina hasta que queden completamente secas
4.- Comenzar el proceso de secado de las hojas de Stevia
Una vez que hemos eliminado toda la humedad, extendemos las hojas de stevia en una superficie donde podamos dejarlas secar hasta el punto que la hoja de la estevia quede crujiente. No podemos indicar un número de días en concreto, porque todo dependerá de la humedad de la zona donde vivas y si es verano o invierno.
5.- Triturar las hojas de Stevia
Una vez que cojamos las hojas y al doblarlas crujan en vez de doblarse, es cuando estarán lista. A continuación, con la ayuda de una picadora o similar, las trituraremos hasta el punto que necesitemos dependiendo para lo que las vayamos a usar.
A mucha gente, no le gusta mucho encontrarse en su café o en su té trozos de stevia aunque sea en polvo, así que si éste es tu caso, te invito a que leas éste artículo donde te explico cómo hacer tu propia stevia líquida, también es un proceso muy sencilla.